El realismo es un movimiento artístico
(pictórico y literario) que surge en Francia alrededor de 1830 y que
se extiende por Europa durante todo el siglo XIX. Su objetivo es
hacer del reflejo de la realidad el centro de la creación artística.
1. Temas
del realismo:
Los
lectores de las novelas realistas procedían de las nuevas capas
medias, que eran defensoras del nuevo orden social y estaban
preocupadas por estudiar su funcionamiento para mejorar la sociedad o
utilizarla a su conveniencia. Por ello, los temas centrales de las
novelas realistas son:
a) El
funcionamiento de la sociedad burguesa: En estas novelas veremos cómo
los personajes pertenecen a todas las capas sociales y mostrarán las
preocupaciones propias de su colectivo. Se nos describirán
detalladamente lasa diferentes clases sociales, sus ocupaciones y
valores morales. Por ejemplo, en La de Bringas, de Galdós, veremos
cómo sus protagonistas, familia de funcionarios, sufrirán los
problemas propios de su grupo social en aquellos años.
b) La
crítica social: La novela también reflejará de forma crítica las
lacras de la nueva sociedad, tal y como puede verse en Oliver
Twist de
Charles Dickens.
c) El
ascenso social: La nueva sociedad es permeable y permite el ascenso y
el descenso social. El arribismo y la búsqueda del triunfo social
será el tema de muchas novelas como Bel
Ami de
Maupassant o Rojo
y Negro de
Stendhal.
d) La
economía y el dinero. La sociedad se rige por las leyes económicas
y el dinero pasa a ser la fuerza capaz de cambiarlo todo y su
obtención o pérdida va a ser algo fundamental en estas historias.
Todos los personajes están preocupados por su situación y futuro
económicos, como puede verse en Eugenia
Grandet de
Balzac o en Crimen y castigo de Dostoievsky.
e) El
matrimonio y el adulterio. El matrimonio se analiza desde un punto de
vista empírico y social, alejado de los valores románticos. Se
muestran los rasgos de ese contrato evidenciando sus debilidades y
límites de forma realista. El tema del adulterio es una constante en
las novelas realistas europeas, como vemos en Fortunata y Jacinta de
Galdós, La Regenta de Clarín, Anna Karenina de Tolstoi o Madame
Bovary de Flaubert.
f) El
anticlericalismo. Muchas de estas novelas van a mostrarse
beligerantes contra la jerarquía eclesiástica y así reflejarán a
sacerdotes pecadores como el Rojo y Negro de Stendhal o La Regenta de
Clarín.
g) Los
conflictos sociales. Las guerras y las luchas revolucionarias serán
analizadas de forma racional como conflictos producidos por causas
sociales. Como ejemplo de esto podemos citar Guerra
y paz de
Tolstoi o Germinal de
Zola.
2. El
estilo realista
Stendhal
escribió “La novela es un espejo a lo largo de un camino”. Los
realistas asentaron la novela moderna con unos rasgos definitivos. En
ellas habrá un protagonista, un héroe o heroína de talla humana
que caminará por su vida enfrentándose a una sociedad que se le
opone y el espejo de la novela reflejará el estudio de caracteres,
la acción como expresión de ese carácter, realismo de escenarios,
principio de verosimilitud y unos narradores que cuentan desde la
legitimidad que les otorga su empatía moral con los lectores.
Por
tanto los rasgos estilísticos de la novela realista son:
a) Un
narrador omnisciente, que conoce todos los entresijos de los
personajes y narra la historia desde un punto de vista burgués,
compartiendo valores con sus lectores. Ello hace que aunque lo normal
es que se muestre objetivo, en ocasiones pueda deslizar algún juicio
valorativo.
b) La
verosimlitud y el detallismo. Siguiendo la filosofía materialista y
positivista, todo lo que aparece en las novelas ha de parecer real y
describirse con todo detalle pues lo que pretende el movimiento es la
descripción fiel y exacta de la sociedad. Así pues, las
descripciones de escenarios, objetos y personas es exhaustiva.
c) Estudio
de caracteres: Es muy importante en estas novelas el estudio del
espíritu de los personajes pues de su carácter dependerá su
destino y sus posibilidades de triunfar o fracasar en el medio
social.
d) Uso
del estilo indirecto libre: El narrador reproduce los pensamientos o
palabras que dice un personaje sin verbo dicendi pero con traslación
verbal. “María se dirigió a sus amigos. Irían al campo al día
siguiente.” Este estilo exige más atención al lector pues debe
discriminar a quien hay que atribuir las palabras dichas , si al
narrador o al personaje. Este rasgo va a servir para profundizar en
el interior del personaje conociendo así perfectamente sus ideas y
sentimientos íntimos.
e) Monólogo
interior: El personaje expresa sus pensamientos y sentimientos
íntimos sin atender a la organización lógica, por medio de frases
breves y a veces incoherentes, de modo que dé la impresión de
reproducir los pensamientos tal y como llegan a la mente.
f) Variedad
de registros: El novelista pretende mostrar fielmente la realidad y
por ello muestra en los diálogos las diferentes variedades
lingüísticas en sus diferentes registros, sociolectos y dialectos.
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